burocracia

Burocracia de la investigación biosanitaria


«Si ha entendido algo es que me he explicado mal. Si no ha entendido nada, eso es la burocracia en investigación biosanitaria. «

Ejemplo de una actividad necesaria pero mal utilizada generalmente. Y es habitual que así sea, especialmente si se desarrolla; como un cáncer. El término en si ya es peyorativo. Se suele contar el caso de un soldado inglés encargado, en la primera guerra mundial, de recoger, informar y clasificar las fotografías que llegaban. La actividad creció tanto y era tan interesante que al terminar la guerra se le propuso continuar.

Él exigió profesionalizarse y le ascendieron a sargento. Como tal tenía derecho a mandar una sección. A medida que aumentaba el trabajo pidió más colaboradores hasta que tuvo la dimensión de una compañía por lo que fue ascendiendo hasta el cargo correspondiente. En este punto los trabajos y problemas administrativos de logística, personal, etc. eran ya superiores a los de los fines militares de la fotografía, necesitando la contratación de secretarías, almacenista, gerente…

Por la intensa actividad no daba tiempo a interpretar, informar, innovar ni cualquier otra labor fotográfica pues el único experto, el jefe de la unidad, tenía otras responsabilidades prioritarias de dirigir al personal. La unidad debió ser cerrada por falta de operatividad.

En las investigaciones biosanitarias se han ido creando y desarrollando instituciones, a veces compartidas como el CSIC, o el Centro Nacional de Salud Carlos III.

Los Institutos y Fundaciones hospitalarias así como los Vicerrectorados y Vicedecanatos universitarios de investigación son canalizadores de los proyectos de investigación. Hay que recordar que, según el tipo, la dependencia es de los Ministerios de Sanidad, Educación, Industria y/o Economía.

Para intentar evitar duplicaciones e interferencias surge la ANECA que, curiosamente no reconoce la característica de investigación a algunos de los centros (caso de las Facultades de Medicina). Las costosas estructuras ya están, el personal y el presupuesto también. Ya solo faltan los investigadores y los recursos financieros para investigar.

Los primeros tendrán que dedicar una buena parte de sus energías en elaborar proyectos, cumplimentar impresos, concurrir a convocatorias, cumplir plazos, solicitar presupuestos, buscar becarios, hacer pedidos, facturas, contratos de mantenimiento, seguros.. y, si queda tiempo y se puede, investigar y publicar. Lograr la primera subvención es un triunfo. Luego es más fácil pero, por supuesto, siempre es muy laboriosa la preparación y desarrollo de cualquier proyecto de investigación.

Descendiendo al terreno de lo inmediato me referiré al cotidiano caso del licenciado con vocación para promocionarse e investigar realizando una tesis doctoral. El retrato tipo es un joven médico, no incorporado a un proyecto de investigación vivo (escasísimos hoy día), es decir sin fondos.

Deberá encontrar Tutor y Director de Tesis con más voluntad que recursos, en un Departamento que le acoja y autorice documentalmente. Tendrá que hacer preinscripciones, cursos del doctorado, traslados de matricula (si es de otro distrito) y otro sin fin de papeles. Alguien me dirá “ya no es así”. Naturalmente porque raro es el año que no sale una nueva normativa general (Bolonia, Planes de estudio) o de la propia Universidad.

Generalmente añadiendo algún trámite adicional complementario y a veces contradictorio con lo que ya existía, es decir “facilitando” las cosas. Pero no se preocupe. Lo peor será cuando haya terminado el trabajo. ¿Ha solicitado la prórroga, o la convalidación, ó el DEA, ó …? Lástima, seguro que se le ha pasado algún plazo por lo que tendrá que retrasar todo unos meses.

Finalmente llega la defensa; deberá cumplir a rajatabla la presentación de ejemplares, aprobación del departamento, propuesta de tribunal, matrícula (¡es un dinero!), aprobación por la Comisión del Rectorado etc. Para la Defensa del trabajo seguirá un protocolo de convocatoria, comisiones de servicio de los miembros del Tribunal-Comisión, preparación de expediente y solicitud del título de doctor.

Eso en el mejor de los escenarios. Tranquilo, entre toda la legión de administrativos, Centros, Vicerrectorados, Directores y compañeros, siempre hay almas caritativas dispuestas a facilitar las cosas.

¿Se simplificará ésto? Si, la ANECA, ¿o es el Ministerio?, ya ha decretado cambios sobre quienes pueden ser grupos de investigación, Directores de tesis, Comisiones de Doctorado (Escuela Universitaria de Doctorado), Periodo predoctoral, requisitos etc. Entonces se preguntará ¿Se suprime todo lo anterior?.

Por supuesto que no. Que yo sepa ni desaparece el Ministerio ni las Secciones de doctorado de los centros, ni el Vicerrectorado… ¡Con los costes que supone! Ya solo faltan los recursos y los jóvenes que quieran y pueden investigar y sean capaces de superar la carrera de obstáculos. Deberíamos pedir que nos dejen ya como estamos, todos los cambios han ido a peor.

Para acabar me permito evaluar al lector. Si ha entendido algo es que me he explicado mal. Si no ha entendido nada, eso es la burocracia en investigación biosanitaria.

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Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.

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