sanidad universal

Sanidad Universal ¿De qué va?

De los servicios que recibe el ciudadano, los sanitarios son considerados los más importantes por volumen, eficacia y satisfacción ciudadana; campo abonado para uso ideológico por algunos políticos e informadores “allegados” al mundo sanitario.

Todavía no tenemos vacunas anti COVID-19 en España, apenas se ha iniciado su administración en Inglaterra, y ya aparecen influyentes «allegados» exigiendo la vacunación universal, sin discriminar a nadie, so pena del fracaso final. ¿Significa que se debe parar el proceso hasta disponer de las dosis y capacidad de administración para toda la población mundial?

 Generalmente se olvida que la Sanidad tiene la misma historia que la propia humanidad. Por eso, los “allegados” quieren dejar su impronta en el ¿sistema? rápidamente, en una legislatura mejor que en dos. Usan un discurso progresista, basado en propuestas de la ONU para escenarios alejados al nuestro y un lenguaje con términos atractivos (bienestar, justicia, igualdad, equidad, acciones colectivas, participativas, pública, gratuita, social, sostenible, universal…), que pretende ser incontestable, pero resulta demagógico y poco real.

Escenario ONU

En los años setenta las dictaduras y democracias poco estables de numerosos países latinoamericanos, africanos y asiáticos originaron un nuevo escenario de la guerra «fría». Así se reconoció en la Conferencia de Alma Ata (1.978) sobre “Atención Primaria de Salud”, en la que participaron 134 países y 67 Organizaciones Internacionales.

 En la citada Conferencia se aprobó definir la Salud, no como ausencia de enfermedad, sino como: “Estado de total bienestar físico, social, y mental”. Y el Lema de la Conferencia fue “Salud para todos en el año 2.000” asumido por numerosos países.

¿Utopía, demagogia, ideología?  Bajó la mortalidad materno-infantil en el año 2.000, aumentaron las expectativas de vida y se controlaron algunas enfermedades, aunque aparecieron otras. Pero ¿fue por el papel de Alma Ata o por el incremento del PIB, las vacunas, antibióticos y demás fármacos de las multinacionales capitalistas?

 En realidad la Sanidad siempre fue un arma política, hábilmente manejada según convino, con un resultado evidente: burocracia. Creció la influencia de la ONU (Agencias OMS, UNICEF, UNISIDA…) y ONGs.  Desde 2.012 » insta a que todas las personas en cualquier lugar, tengan acceso a una sanidad de calidad y asequible».

  En 2.017 la ONU estableció el Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal a celebrar el 12 de diciembre de cada año. El lema para 2.018 fue “Unidos por la Cobertura Sanitaria Universal: es hora de emprender acciones colectivas” y en 2.019 el lema fue: “Mantén la promesa”.

 Para celebrar el Día Internacional de este año 2.020, la ONU propone como objetivo: “Concienciar sobre la importancia de que exista una Cobertura Sanitaria Universal, y sistemas de salud sólidos y autosuficientes” lo que implica varios requisitos sobre existencia y cercanía de centros de salud, hospitales, profesionales suficientes y acceso a los medicamentos necesarios.

 Estos mensajes, entre otras actividades, han sido considerados cargados de ideología por algunos gobiernos, estableciendo medidas para  defender sus patentes y su política sanitaria, retirando o recortando las colaboraciones con la OMS. Los únicos que entendieron bien el concepto de “Universal” y lo aplicaron a rajatabla fueron los virus del COVID-19.

Escenario nacional

A menudo se apuntan éxitos a los políticos actuales, como si fueran los descubridores o creadores de la Sanidad, denigrando aportaciones de épocas anteriores. Necesitamos una fuerte dosis de humildad y un periodismo crítico con la trayectoria sanitaria.

  Muchos políticos interpretan los informes de la ONU de manera interesada; creo que piensan en una Cobertura Universal, no sanitaria sino de Cargos Sanitarios para lograr unos objetivos partidistas a costa de la vocación de los profesionales y de esos dineros políticos “que no son de nadie”.

  En España se creó (1977) el Ministerio de Sanidad y ahora contamos también  con el Ministerio de Consumo, el de Derechos Sociales y la Vicepresidencia 2ª del Gobierno con algunas funciones compartidas. Por si fuera poco, tenemos un Consejero de Sanidad en cada C. Autónoma con más competencias, y presupuesto, cada uno, que la antigua Dirección General de Sanidad, equivalente al Ministerio de Sanidad. La planificación, gestión de recursos y coordinación (Consejo Inter-territorial) quedaban garantizadas para cualquier eventualidad, como una pandemia. ¡A la vista está!

 Pero no hay de qué preocuparse; el Presidente del Gobierno prometió (20 mayo) negociar cambios en la Ley General de Sanidad de 1.986, en la de Cohesión y Calidad del Sistema Nacional de Salud de 2.003 y en la General de Salud Pública de 2.011. Lo preocupante es el uso, por nuestro Gobierno, de la Cobertura Sanitaria Universal de la ONU como paraguas para establecer las claves de la Reforma Sanitaria que: “hará posible una Sanidad universal, gratuita, justa, equitativa, sostenible, de calidad, eficaz, suficiente y profesional” ¡Por adjetivos que no quede!

 Supongo que se encargará a un Comité de Expertos, de verdad, para llevarla a cabo y explicarla adecuadamente, porque ¿ya no tenemos la mejor Sanidad del mundo? ¿Con lo de universal se pretende sustituir a la ONU o se refiere solo a los españoles? Y en este caso ¿conoce a algún español al que se haya negado asistencia sanitaria? ¿Cómo pretenden hacer el milagro de la gratuidad? ¿Utilizarán el método de los motores movidos por agua?

 En los demás adjetivos, el posible Comité tendrá que esforzarse, en orden a su financiación, por si fracasa la gratuidad, para definirlos y medirlos. ¿O se pretende aplicar, como en tantas ocasiones, la estrategia de las emociones? Esperemos la solución al componente profesional. ¿Se referirán a sanitarios vocacionales, de calidad y gratuitos?

Pensándolo bien, la conducta de nuestros políticos podemos achacarlo a dos posibles motivos: no entienden a la  ONU o no conocen los precedentes, la cobertura actual y el potencial de nuestro sistema sanitario. Prefiero no pensar en otras causas espurias.

Algunos precedentes

Es justo aclarar que, desde siempre, donde había un médico, por vocación y principios hipocráticos, ningún paciente quedaba sin atención. Y España siempre fue un país de muchos médicos y centros sanitarios. Ejemplos:

 Durante la Edad Media cada pueblo disponía de 1 o varios médicos titulados (titulares) e igual para todos (“igualas”). Desde 1.477 el Tribunal del Real Protomedicato controló la suficiencia de médicos, cirujanos, ensalmadores, boticarios, especieros, parteras, barberos, flebotomianos y hernistas. Era como un MIR rudimentario.

 En 1.580 la ciudad de Salamanca, por ejemplo, contaba con 5.000 habitantes y ¡19 hospitales de 6-50 camas! cuyos patronos (gremios, cofradías, iglesias concejos y órdenes religiosas)  garantizaban su funcionamiento. Similares instalaciones había en las grandes ciudades de la Calzada Romana (213 hospitales), del Camino de Santiago, etc. y no faltaban los lazaretos, alberguerías, juderías y hospederías monásticas, que funcionaban también como “consultorios”.

 Desde el siglo XVIII los sanitarios titulares estaban obligados a asistir día y noche a pobres (gratis) y ricos (cobrando) y asistir al hospital, cárcel y casa de misericordia. Con la Ley de Sanidad de 1.855, se abre un interesante periodo legislativo: Instituto Nacional de Previsión (1.908) que dio lugar al INSALUD (1.978) y al actual SNS.

 El Fuero del Trabajo, decreto franquista, es de 1.938, comprometido con vejez, invalidez, enfermedad y paro. De 1.942 es la Ley franquista del SOE o Ley Girón (Ministro de Trabajo), conocida también como “ley SOEZ” porque arrancó con edificios ruinosos y equipos obsoletos, pero con servicios magníficos para los escasos recursos existentes (cupo de familia, asistencia domiciliaria y red de consultorios públicos); sin olvidar la asistencia en los Dispensarios (paludismo, venéreas) hospitales de Diputaciones, de Fundaciones y privados.

   Con la Ley General de Sanidad (1.944) y Ley de Coordinación Hospitalaria (1.962) se mejoró notablemente la Sanidad española. En 25 años de la época franquista se construyeron 15 Ciudades sanitarias (2 especiales), 65 Residencias sanitarias, 7 Hospitales clínicos, 450 ambulatorios y 260 consultorios, entre otras iniciativas. Debemos destacar el desarrollo de una potente Medicina Privada, muy competitiva, con instalaciones de un gran nivel y frecuentemente concertada con la Sanidad Pública.

 Esta Red Sanitaria, mejorada y aumentada en los últimos 45 años, complementada con la Medicina Privada, es “alimentada” por un plantel extraordinario de más de 750.000 profesionales sanitarios (medicina, enfermería, farmacia, veterinaria, odontología…), lo que da a los ciudadanos españoles una calidad y seguridad asistencial de primer orden.

En resumen sobre sanidad universal

l histórico mundo sanitario, se ha gestado a base de muchos recursos estructurales y humanos. Sabemos que no es perfecto y no tenemos la mejor Sanidad del mundo, pero las deficiencias se pueden corregir sin tener que desmantelar el Sistema. ¡Los experimentos, con gaseosa! como dijo E. D´Ors. Por favor, Señores “Allegados”, no hagan experimentos con la Sanidad ni la utilicen con fines partidistas.

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.

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