Glosario de eufemismos universitarios

La Universidad, como se dice también del teatro, siempre está en crisis. La gente no sabe bien en qué consiste, pero se siente atraída por su liturgia y solemnidad. Un importante aliado es la terminología grandilocuente. Los eufemismos y disfemismos ayudan sobremanera a mantener su prestigio, aunque un leve análisis permite desenmascarar la realidad.La finalidad de este artículo es sintetizar una visión crítica de la Universidad pública española mediante algunos ejemplos.

Acreditación o Concurso Restringido. Antes Oposición y Habilitación, es el procedimiento de provisión de plazas de Titular y Catedrático. El aspirante, generalmente único, veterano en la Facultad, y poco más, opta a su plaza “mayorizada” previamente. Resultado: algunas asignaturas de un mismo Departamento cuentan con más de 10 catedráticos acreditados. Realmente se trata de un Concurso Restringido, consumándose así la endogamia universitaria y el fracaso de la rigurosa selección del profesorado.

Alumno o Cliente. Los alumnos, más que el objetivo, es el objeto de deseo de la Universidad hasta que pagan la matrícula. Después son sometidos a pruebas de resistencia a base de tutorías, seminarios y otras actividades que justifiquen las horas de dedicación del numeroso profesorado. Las clases convencionales, con aulas semivacías, pierden valor, compensadas con “Google”, que se ha descubierto como magnífico profesor. Es fácil llegar a un acuerdo tácito con los alumnos para lograr su fin: la obtención de un título. En cualquier caso, cada curso es precedido de una feria de ofertas a cual mejor, en busca de clientes. La selección universitaria, salvo excepciones, se ha invertido. En esta sociedad mercantil es el cliente quien elige Universidad, la economía manda.

ANECA o Superministerio.  La Agencia Nacional de la Calidad y Acreditación, dependiente del Ministerio de Universidades, ha obrado un doble milagro. En primer lugar ha acaparado las funciones de investigación y doctorado de vicedecanatos y vicerrectorados sin que estos hayan desaparecido del organigrama universitario. En segundo lugar ha desbordado al propio Ministerio con la creación de 10 Agencias Autonómicas organizadas en red (REACU). Supone una maquinaria burocrática bien engrasada y se han multiplicado las unidades para las mismas funciones iniciales. Transferidas las competencias a las Comunidades Autónomas, el Ministerio de Universidades queda comounainstitución fantasma. Sin embargo su existencia resultó imprescindible para nombrar un Ministro incompetente (sin competencias) y aprobar una desastrosa LOSU. Claro que, como deben sobrar recursos…

Cátedra o Asignatura. Sillón obispal, símbolo de autoridad, utilizado para presidir los actos litúrgicos más solemnes. Es comprensible la incorporación y mantenimiento del término en el ámbito universitario por la importancia social. Quién no sueña con su posesión. La dura realidad es que una Cátedra universitaria es simplemente ¡una asignatura! La creación del Área de conocimiento fue un gran invento al unir asignaturas de varias Facultades en Departamentos. Así, el área puede acoger una extensión considerable de asignaturas, Cátedras y un Director, con su equipo, debidamente remunerado. Multiplica por cien los costes, burocracia y conflictos; sería la conversión de área en hectárea.

Catedrático o Profesor. El catedrático es admirado por todos los ciudadanos exceptopor los compañeros que, conocedores de su valía, invariablemente le consideran dentro de la mediocridad. Es tal la inflación de catedráticos -más de 11.000-, que muchos prefieren presentarse como profesor, maestro o según su titulación (físico, médico, etc.). Y no digamos si alguno se etiqueta de investigador; no le ayudará a su imagen la producción científica media de los catedráticos españoles.

Claustro o Asamblea. La galería que cerca el patio de un centroreligiosoes un lugar dereflexión, encuentro, diálogo,…poco que ver con el claustro universitario. En este último caso se refiere a la Junta de representantes profesores y demás trabajadores universitarios, reunidos ante la indiferencia de la mayoría. La triste realidad es que funcionan en plan asambleariocon las connotaciones negativas de influencias, revanchas, confrontaciones sindicales o ideológicas, etc. Resulta curiosa la ingente lucha de unos pocos por controlar los míseros recursos existentes.

Consejo o Sindicato estudiantil. El Consejo de Estudiantes es uno de los elementos más estables y discretos de la Universidad. Suele ser refugio de repetidores con un papel fundamental en cada Centro: tuna, denuncias y representación política, siempre de la misma tendencia. Se mantienen en hibernación, pero se activan de forma automática con las convocatorias de elecciones. Les falta trabajar un poco más para emular al SEU (Sindicato Español Universitario) de la época franquista.

Decano o Conserje mayor. Tanto da. Era elegido entre los titulados más antiguos de mayor prestigio, aunque los intereses espurios han cambiado el sistema. Sus responsabilidades se aproximan más a las de un coordinador de conserjes. Entre las importantes funciones actuales están:dar lustre ala imposición de bandas, inauguración de curso, coordinar el funcionamiento de aulas, y poco más. Algunos simbolizan su papel con el de proveedor de tiza y similares. Atienden quejas y lamentos con una respuesta común “haremos lo que podamos, pero no tenemos medios ni competencias”.

Facultad o Centro. Instalaciones donde se ubican los estudios de una Licenciatura. La arquitectura y el “teletrabajo”, eufemismo de desaparición,  facilitan el escaqueo de cualquier funcionario que se precie. Destacan los despachos, cuya dimensión marca la categoría del profesor “propietario”, y la cafetería, centro neurálgico del edificio. Las pintadas y carteles de pasillos y aulas puede ser la tarjeta de presentación del Decano y del nivel de la titulación que se imparte. Y no siempre es favorable. Se tiende a utilizar el término Centros en lugar de Facultades porque, considerando sus habituales deficiencias, los maliciosos podrían identificarlas con las facultades mentales. La Facultad de Medicina, academia de preparación de Oposiciones MIR (Médico Interno Residente), es un modelo para el resto de Facultades.

Ley Universitaria o Estatutos. Referida a un listado interminable de leyes Orgánicas: LRU, LOU, Ley Universitaria del 2014 y la reciente LOSU de 2.023. Todas han sido muy criticables, pero peores son los estatutos, más localistas e influyentes, como decía Romanones. Elaborados por unos pocos interesados, se acompañan de innumerables decretos, normas y tradiciones. Los universitarios de todos los estamentos, fieles a su preparación, se afanan en su interpretación, que no en su cumplimiento. Las victorias en demandas de derechos, quinquenios, sexenios, reclamaciones, contenciosos, etc. alientan el triunfo de la vida universitaria hasta la derrota final.

PAS. (Personal Auxiliar y de Servicios) o Núcleo operativo. Colectivo en crecimiento, custodio de las esencias de la Universidad, especialmente la burocracia. Participan activamente en las más importantes actividades universitarias: reuniones electorales, sindicales, estatutarias, etc. Son expertos en cursos de promoción,  comisiones de servicios o solicitud de bajas. Grupo decisivo en las elecciones a Rector y con potenciales opciones según la LOSU.En el vértice del organigrama están el Gerente General y de Facultad, cargos de confianza del Rector para mover los escasos presupuestos universitarios. Por su importancia ¿docente – investigadora? se les asigna un nivel superior al de los catedráticos.

Perfil o DNI. Características personales para optar a una plaza convocada. Un perfil  muy específico propuesto por el candidato más caracterizado, es una garantía de disuasión para otros candidatos, cuyo número iguala al de plazas. El sistema suele funcionar, pero sería más clarificador si en la convocatoria oficial figurara el DNI del aspirante oficial en vez del perfil. Y en eso estamos.

Rector o Regidor. El poderoso y eficaz rector capaz de nombrar y cesar cargos bajo su  responsabilidad, pasó a la historia. Hoy está maniatado por los grupos que lo han elegido por vaya usted a saber el tipo de interés, con el populismo siempre presente. Menos mal que la política presupuestaria le viene marcada por la Comunidad Autónoma y así puede dedicar su tiempo a una permanente campaña electoral. En la Universidad privada, el rector encaja mejor en la definición de Regidor o el concepto empresarial de Consejero Delegado. Su papel es más claro y eficaz.

Universidad o Academia. Pregunte a cualquiera qué es la Universidad; cada uno, incluidos los universitarios, tendrá su opinión, si es que tiene alguna. El clásico objetivo de docencia (Academia) se justifica en España con el 1,7 millones de estudiantes matriculados. ¿Y la investigación? Parecería que en España tenemos otro objetivo más importante socialmente: dar empleo a más de 175.000 personas. Sobre la rentabilidad  institucional conviene ignorar su nefasta situación en los comparativos internacionales.

Contrasta con la creación de multitud de universidades, tanto públicas como privadas. Da porte político a la marca de cualquier ciudad o corporación. Otra cosa es su eficiencia. La Universidad pública queda atrapada rápidamente por las intrigas políticas, normativas, burocracia y costes; es poco competitiva. Sin embargo, la Universidad privada  aprovecha la mejor imagen, aplica criterios empresariales y es inflexible en la consecución eficiente de sus objetivos. Los eufemismos toman aquí otro derrotero.

También se podrían debatir: Autonomía universitaria – independencia / Consejo Social – Patronato / Doctorado – Máster / Formación Reglada – Continuada / Méritos – Paridad / Profesor emérito – honorífico / Quinquenios – Sexenios / Tribunal – Comisión / …