woman lying on bed while blowing her nose

Tos, un signo social

-La tos, aceptablemente tolerada por el enfermo, es un movimiento convulso y sonoro del aparato respiratorio. El auténtico paciente suele ser el entorno social.

Características. Respiramos más de 20.000 veces cada día y, con el aire, filtramos infinidad de partículas contaminantes y microbios. Las mucosas respiratorias expuestas a ocupación, obstrucción, inflamación o simple irritación, disponen de mecanismos defensivos inmunológicos y físicos. Estornudo, carraspeo y tos son actos físicos, reflejos o voluntarios, de defensa para limpiar las vías respiratorias. Pero las cosas no son tan simples. En la tos, por ejemplo, participan: nervio vago, bulbo raquídeo, musculatura respiratoria, pleura, diafragma y cuerdas bucales. O sea, “toser, difícil de entender”.

-Las causas son muy variadas: inflamación-especialmente infecciosa-, obstrucciones (asma, tumores, cuerpos extraños), medicamentos, tabaco y contaminantes ambientales. En carraspeo y tos conviene no olvidar la etiología nerviosa emocional de estrés o ansiedad como exámenes, conferencias, conciertos o entrevistas laborales. Los estornudos dependen de los desencadenantes: fotónicos (luz intensa), “gustativos” (picantes, mostaza, …) o alérgicos (polvo, tiza, caspa, polen, …). Las citadas características, más la clínica, explican las referencias de tos productiva, seca, aguda, crónica, recurrente, persistente, psicológica, perruna, paroxística, …

-Es un signo clínico bien tolerado por el paciente, de notable valor diagnóstico y pronóstico. “Amor, dinero y tos, descubren al poseedor” y “Una tos que se hace añeja, puede costarte la pelleja” son ejemplos de la sabiduría popular. El tosedor es un potenciador exprés de la biodiversidad, diseminando al ambiente cientos de especies microbianas; claro que si alguna es patógena…

-Remedios. Los antitusígenos, entre los fármacos más consumidos, comprenden los grupos de mucolíticos, expectorantes y específicos opiáceos o no opiáceos. Los infalibles remedios de la abuela incluyen: infusiones y jarabes de orégano, manzanilla, romero, jengibre, regaliz, miel, etc., o media cebolla en la mesilla. También ayuda la humedad y temperatura ambiental adecuada. Contra la carraspera se sugieren las gárgaras y, en caso de impertinencia, cambiar sugerir por “mandar a hacer gárgaras”. Los estornudos responden a interjecciones en voz alta- sin exagerar, no hace falta blasfemar- o dar un pequeño susto para distraer la atención. También responden a maniobras sencillas como sonarse la nariz, mantener la inspiración apretándose la nariz o presionar la lengua contra el paladar. Lo que no falla es la paciencia y esperar a que se pasen.

-El tratamiento de la tos, como el de la lepra medieval, es un caso de caridad inversa o egoísta. Más que aliviar al enfermo, conviene no molestar a los acompañantes. Todos ayudarán. Haga la prueba: tosa insistentemente y le ofrecerán por todos lados un caramelito, un vaso de agua, un pañuelo, ¡esa puerta!, ¡la mascarilla!, ¡¡que se vaya!!, …Al ser un procedimiento de higiene natural, ¿deberíamos dar la bienvenida a los tosedores y despedirlos con ¡que la tos le acompañe!? 

El lenguaje de la tos. Pocas áreas médicas son tan ricas como la respiratoria en términos formados por onomatopeyas.  Carraspera, tos y estornudo imitan muy bien el sonido del fenómeno referido; no tanto en otros idiomas. En los relatos escritos se recurre a interjecciones como ¡ejem, ejem! para el carraspeo, ¡cof, cof! en la tos y ¡achis! para los estornudos.

-Atendiendo al ruido producido al toser se citan varios tipos onomatopéyicos: tos de ladrido, perruna, metálica o de latón en crup. En laringitis obstructiva se anota la tos de foca y la paroxística o en quintas, con o sin gallo en la tosferina. La tos de bocinazo y la de ganso suelen ser psicógenas, mientras la productiva en el asma es sibilante. En otro sentido, la tos productiva se describe con términos “sonoros” como vómica, esgarrar, arrancar, arrojar, esputar, escupir, gargajear, expectorar u otros.

– “Es más antiguo que la tos” se suele decir, con ejemplos de su papel en numerosos relatos. En M. Peña, “Toses y estornudos: una preocupación histórica”, Letra Global, 2020” se refiere la importancia de la “tos de Perinto” descrita por Hipócrates. “La tos señalaba al enfermo contagioso que se debía atender, evitar o denunciar”.  Se llegó a identificar la frecuencia de la tos con el comienzo de epidemias, definitivas en guerras y conquistas. A. Ferrer Valdecebo “El porqué de todas las cosas”, 1.668, Fondo Antiguo, Biblioteca Universidad Granada diferencia la tos de los estornudos. “El pulmón purga la tos, el cerebro el estornudo; y así los que estornudan mucho viven más sanos. Los catarros cargan el cerebro de humedades que pica en las narices y despierta los estornudos”. Es importante el artículo de: José González y Ana Orero, “Toser o no toser (Acerca de la literatura de la tos)”, Esfera Salud, 2.014.

-La tos, un acelerador social. Puede ser una buena fórmula para iniciar una conversación o hacerse notar en sociedad. Es habitual en docentes o cantantes la carraspera o tosecilla de interrupción para llamar la atención, aclarar la garganta- o las ideas- y culminar con ¡por favor!  Un golpe de tos debe ejecutarse según las normas de urbanidad y acompañarse del consabido ¡perdón!  El estornudo, involuntario, es contestado con ¡jesús!, ¡salud!, ¡dios te ayude! o ¡qué dios se apiade de ti!), que el paciente responde con ¡gracias!

-Protagoniza la atención de cualquier reunión social. Ponga un tosedor en un concierto de música clásica y siempre llevará la voz cantante. Asista en invierno a un concierto el día del jubilado y disfrutará de la música de viento de las toses. Es decir, vaya con tapones o desista de asistir.  Entre los “Adagios” de Erasmo, siglo XVI, sigue vigente “Una tos para tapar un pedo” (blogs.ua.es/erasmoderotterdam). Cada uno es causa o consecuencia del otro, salvo que la tos se utilice como disimuladora al unísono; siempre llamativos en solemnidades, ascensores, etc. En los escándalos políticos el “y tú más” responde a la vieja estrategia de tapar los pedos propios con la tos del adversario. “A mi no me tose nadie”, replican los prepotentes con un toque de soberbia.

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.

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