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ESPECIFICIDAD, fundamento del desarrollo médico

Con la Medicina descriptiva tuvo su época dorada la Semiología, disciplina que debiera actualizarse con nuevas aportaciones científicas. Es el caso de la especificidad y lo específico, fundamentales en  la investigación y  la práctica médica.

Definiciones

-“Especificidad.- Es el traje biológico cortado a la medida de cada individuo. Según el DRAM (Diccionario Real Academia  Medicina) es: “Reconocimiento selectivo de un antígeno por un anticuerpo o por los receptores de un linfocito”. Explica la memoria que permite diferenciar a lo largo de la vida lo propio de lo extraño. Es la base de la inmunidad sobre la que descansa la identidad individual, que se va conformando desde el estado embrionario hasta la muerte. “Es el soporte del inicio y desarrollo del individuo”. En la alteración de la inmunidad-especificidad los pacientes atacan sus propias estructuras, comprometiendo su identidad o se distraen frente a patógenos externos. En ambos casos pintan bastos.

-“Específico. “Característico de una especie”. Generalmente por contraposición a Genérico.Biológicamente están bien definidas las características específicas del género Homo y la especie sapiens. Por tanto los eufemismos,  lenguajes inclusivos y las derivas políticas al respecto, responden a intentar diferenciar galgos de podencos.

-Otras acepciones se citan en el apartado correspondiente.

Aplicaciones

Clínica específica.- “Es lo característico de una enfermedad determinada”. La especificidad el procesoal ser la “propiedad por la cual una enfermedad constituye una entidad nosológica aparte y distinguible de otras”. Los postulados de Koch establecieron la relación causa-efecto de las infecciones. Solo en aquellas donde se especificó la etiología- tuberculosis, carbunco, tétanos, difteria, cólera, etc.- se pudo avanzar en el diagnóstico y control de la enfermedad. No convenía mezclar churras con merinas y se generalizó la diferenciación de infecciones específicas- con un agente patógeno demostrado- e inespecíficas, de etiología indeterminada.

-Esta senda científica la han seguido todas las especialidades (de específicas); es más, la mayoría de ellas se han iniciado y desarrollado con estos principios. Desde los procesos toxicológicos a los hereditarios pasando por los degenerativos, en todos se progresa desde el conocimiento del agente causal específico. Así se explica el afán científico por determinar los miles de agentes infecciosos, tóxicos, genéticos, etc., específicos de cada enfermedad. De otra forma solo se puede practicar una medicina empírica, con el riesgo de actuar “dando palos de ciego”.

Diagnóstico específico.- En un puzzle de síntomas y etiologías posibles, se debe colocar cada pieza en su lugar; cada oveja con su pareja.  La enfermedad se diagnostica a partir de diferentes signos inespecíficos, específicos de grupo y absolutos o patognomónicos impropios en la población sana. De forma complementaria la especificidad “es la capacidad de una prueba diagnóstica para identificar a las personas sanas en un grupo determinado”

-El interrogatorio y la exploración del enfermo tienen una carga diagnóstica indiscutible para la orientación de un síndrome infeccioso, tumoral, neurológico, circulatorio, etc. La fiebre y la inflamación, habituales en infecciones, son ejemplos de signos inespecíficos de numerosos procesos, aunque hay tipos diferentes, específicos, según etiología.

-Las nuevas tecnologías sanitarias (laboratorio, diagnóstico por imagen, indicadores estadísticos,…) ponen al alcance del médico pruebas específicas, como las inmunológicas o bioquímicas.  Recuérdese que especificidad y sensibilidad de una prueba son dos caras de la misma moneda: la fiabilidad para diferenciar sanos de enfermos.

– El más específico de los diagnósticos es el diferencial, consistente en  descartar y confirmar los posibles procesos y sus causas. Suele seguirse un procedimiento algorítmico y pone a prueba los conocimientos y pericia del médico.

Pronóstico.- Es el capítulo de la incertidumbre y ansiedad general de pacientes y médicos. Ya no sirven de consuelo frases como “será lo que Dios decida” o “irá bien salvo complicaciones” ni discursos grandilocuentes. El pronóstico cualitativo leve, moderado o grave no aporta la información precisa exigible y el dictamen médico de “pronóstico reservado” suele aumentar la incertidumbre.

-El pronóstico cuantitativo mediante la valoración de determinantes específicos – porcentajes, tasas de supervivencia o de mortalidad, escores de valoración de riesgos, etc.- es imprescindible. Prueba su importancia el papel cuantitativo en informes judiciales, pruebas de paternidad,…Es ejemplar el desarrollo de las Ciencias Actuariales, aplicadas por las compañías aseguradoras en la evaluación de riesgos, incapacidades, mortalidad, etc. Estas empresas prefieren acertar por aproximación que equivocarse con exactitud y perder dinero en indemnizaciones.

Tratamiento.- Con la Edad Media acabó el tiempo de las panaceas,  buscadas por los alquimistas, eficaces para todos los males. Hallazgos como la acción de  la quina en malaria, la digital en cardiología o la aspirina en analgesia abrieron la ruta de los “específicos” o medicamentos para determinadas indicaciones. Pronto se vio que muchos compartían actividades para la fiebre, inflamación, cefaleas, etc., dando lugar al grupo inespecífico de fármacos sintomáticos. A medida que se descubría la etiología de una enfermedad (escorbuto, tuberculosis, SIDA,…), se buscaba afanosamente el tratamiento etiológico, es decir, específico. La estrategia actual consiste en determinar la diana más exclusiva posible de cada agente etiológico, frente al que desarrollar el tratamiento más específico posible. ¿Volveremos a denominar “específicos” a los medicamentos? El obstáculo de la toxicidad- no hay medicamento inocuo- en realidad es un argumento más, porque cada uno tiene una toxicidad selectiva, específica.              

Medicina Preventiva y Salud Pública.- Los diferentes controles de las enfermedades se ordenan en torno a dos capítulos: medidas de exposición y de disposición. Las primeras, generales (hábitos, saneamiento, etc.), suelen ser inespecíficas, salvo aplicaciones especiales a casos concretos (dieta-diabetes, mascarilla-COVID, etc.). Las de disposición son específicas, aplicables en determinadas personas vulnerables a enfermedades concretas. La profilaxis con vacunas es el ejemplo más claro.

Colofón

-El médico tiene la obligación de especificar la información al enfermo. Recuérdese que especificar se define como “Explicar, declarar con individualidad algo / Fijar o determinar de modo preciso”.

-No existe texto o discurso sin los términos: especificidad, específico o especificar. En su defecto se prodigan sinónimos y términos relacionados. Es el caso de: aclaratorio, características, concluyente, concreto, confirmar, diferencial, descartar, determinar, especial, fiable, indicación, individual, preciso, propiedades, seguro, sensible, etc. Por el contrario conviene desconfiar de argumentos sostenibles, equilibrados o políticamente correctos, que aportan inseguridad, incertidumbre y, en definitiva, falta de especificidad.

-Las especialidades médicas (más de 40), definidas por sus características especiales, comparten el concepto de la denominada actualmente Medicina 4P (Participativa, Personalizada, Predictiva y Preventiva). En todo caso, su práctica está presidida por la que se podría denominar en el futuro Medicina Específica

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.

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