Las Modélicas Sociedades Bacterianas

Las Modélicas Sociedades Bacterianas

Escenario. Las bacterias, desde los principios de la vida sobre el planeta, viven formando sociedades cohesionadas, altruistas y modélicas por su eficiencia. Un individuo no hace población; una población es una descripción numérica que, sin más, no hace sociedad. La sociedad solo es tal cuando su población tiene una adherencia o cohesión y una dinámica presidida por el altruismo.

-En nuestra población, las diferentes sociedades, especialmente los partidos políticos y sus líderes, representan la expresión más genuina de una democracia. Ésta debería caracterizarse por la cohesión poblacional y su altruismo, requisitos que hacen aguas por todos lados. Salvo excepciones, la democracia está desdibujada y la cohesión, llámese ideología, es sustituida por intereses individuales. Bajo la “vocación de servicio” los líderes  suelen confundir el altruismo con su antónimo, el egoísmo. Peor aún, a veces ni siquiera buscan su propio beneficio ni, por supuesto, el de los demás; disfrutan con el fracaso del adversario.

-La austera y diversa naturaleza, desde la más humilde especie bacteriana al soberbio Homo sapiens, no puede aplicar leyes individuales. Asumamos que los principios de convivencia son generales para las más de 15 millones de especies existentes. La dinámica poblacional de hormigas, abejas, aves migratorias y primates nos ha enseñado mucho sobre conductas sociales, consideradas modelos a seguir. Especial interés y ventaja tiene la investigación bacteriana en el desarrollo poblacional y social. Algunas especies se duplican cada 18-20 minutos con unos modelos universales observables en pocos días, frente a los años requeridos en sociedades humanas.

Las sociedades bacterianas. Las bacterias son los seres vivos conocidos más antiguos, pequeños, numerosos y elementales. El estudio de algunas especies como E. coli, S. aureus o B. subtilis, ha permitido conocer modelos bien definidos de conducta, fácilmente mensurables.

-Un único elemento bacteriano, sobre una superficie sólida, en condiciones adecuadas, se desarrolla en pocas horas originando una colonia visible. En cualquier especie, es una población de millones de bacterias cohesionadas, adheridas unas otras y organizadas socialmente. Los elementos de la base, del centro o periféricos de la colonia presentan diferentes funciones. En caldo, las bacterias requieren un inóculo crítico y mínima cohesión, para superar la fase de latencia y empezar a desarrollarse creciendo exponencialmente. Pronto, las dificultades químicas o físicas, frenan el crecimiento conocido como fase estacionaria y de declinación. Aquí aparecen los mecanismos más importantes de cohesión y altruismo social; otro tanto ocurre en las infecciones.

Cohesión social. Una sociedad humana adquiere sentido por las atracciones y afinidades emocionales e ideológicas compartidas, que dan sentido de pertenencia al grupo. Los principios religiosos, económicos o políticos son elementos determinantes. Las organizaciones, idioma, medios de comunicación y redes sociales son factores definitorios de la similitud, tamaño y límites sociales.

-En las sociedades bacterianas los elementos y factores de cohesión están mejor definidos, se pueden concretar y medir. La pertenencia a una determinada especie, biotipo o raza caracteriza la especificidad y las diferentes afinidades de cada grupo. Siempre están presentes las comunicaciones celulares, asentamientos (capa superficial, adherencia a paredes, sedimento) e interacciones altruistas.

Los múltiples sistemas de comunicación o relación garantizan la identidad social. Son de tipo químico (enzimas y metabolitos), directamente o a través del medio  interpretando el pH, tensión de O2, nutrientes, temperatura, etc.  Entre los factores físicos, algunos denominados adhesinas, conocemos las funciones de cohesión de paredes, flagelos, fimbrias, pili, cápsulas o capas mucosas. Ante las primeras dificultades de división, las bacterias de muchas especies quedan “pegadas” formando cadenas (strepto), racimos (staphylo) u otros tipos de agrupaciones. Los datos anteriores son verificables fácilmente, señalando algunos ejemplos de los siguientes factores.

-Similitud de grupo. Cada especie bacteriana, en cualquier medio, origina colonias poblacionales iguales y diferentes de las de otras especies. La infección es un proceso específico, porque desde una fuente contaminada con muchas especies, solo son responsables los individuos de una de ellas.

Tamaño del grupo. Es dinámico y depende de los recursos disponibles, que son diferentes para cada especie. Una infección se desencadena tras la señal de “quórum” desde una población colonizadora. El tamaño y consolidación social depende de numerosas variables, resultando: enfermedad aguda, crónica, reagudización, diseminación (migración), etc.  

-Dificultad de entrada. Las sociedades bacterianas fijan su asentamiento en interfases como las colonias, bio-películas o focos de infección. Se fortifican con polisacáridos y restos bacterianos impidiendo la entrada de elementos: otras bacterias, defensas celulares o antibióticos por ejemplo. Todas las sociedades tienden a la exclusividad.

Altruismo. Cada vez se habla más de solidaridad o empatía social, que no está mal, pero el requisito social exigible es el altruismo. Es la tendencia desinteresada a procurar el bien de los demás, incluso a costa del interés propio. Generalmente el desinterés es relativo porque, en el fondo, todo altruista busca obtener alguna gratificación indirecta: satisfacción, reconocimiento, integración en grupos sociales,…

– Las fases estacionaria y de declinación en el desarrollo poblacional humano traducen dificultades y riesgo de colapso. Por el contrario, las bacterias en estas etapas difíciles ponen en marcha numerosos mecanismos altruistas: metabólicos, de esporulación, mutaciones, recombinación genética (conjugación y transformación). Se hacen más resistentes y con las fracturas del “biofilm”, formado aceleradamente en estas fases, se garantizan la dispersión y la supervivencia indefinida.

-Ejemplos destacables. Las bacterias de los géneros Clostridium y Bacillus, llegado el caso, se inmolan a favor de unas pocas células formadoras de esporos. Los restos de las altruistas aportan elementos básicos para la supervivencia indefinida del grupo. Las bacterias anaerobias facultativas toleran el oxígeno, pero crecen mejor en su ausencia. Las bacterias más expuestas al oxígeno protegen, a costa de su eficacia, el desarrollo de las demás. Las bacterias antibiótico-resistentes crecen peor (coste biológico), pero producen enzimas neutralizadoras de antibióticos protectoras del resto sensible.    

Colofón. Los estudios etológicos, incluidos los bacterianos, deberían formar parte de los programas de Sociología y Política. ¿Por qué ascender las poblaciones bacterianas al rango de sociedades, si no existen los posibles componentes emocionales? La realidad es nuestra ignorancia, sin embargo conocemos, y es fácilmente verificable, su estabilidad, dinamismo, cohesión, altruismo y expansión o repliegue según las circunstancias. Harían bien los líderes políticos estudiar y seguir al pie de la letra los principios sociales como hacen las bacterias. Nos iría mejor a todos.

Sugerencias: J. Diamond, “Armas, Gérmenes y Acero”, Debate, 1998. / J. Diamond, “Colapso”, Debate, 2006. / https://www.esferasalud.com/bacterias-2/sociobiologia-comparada-adaptacion-bacteriana. / https://www.esferasalud.com/bacterias-2/poblaciones-humanas-bacterianas-semejanzas

Sobre el autor

Médico, fue profesor de varias universidades españolas donde trabajó sobre: diagnóstico, nuevos antimicrobianos, modelos de cultivo continuo y arquitectura de poblaciones bacterianas. Su labor se plasmó en numerosas publicaciones científicas, libros y artículos de divulgación. En Esfera Salud, sus artículos de divulgación sobre historia y actualidad de la Medicina, están dirigidos al público interesado en temas de Salud.

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