Aforismos para resumir el año 2023

Durante el año 2023 ha seguido creciendo la información médica, tanto mediática como científica, de forma llamativa e inabarcable. Los conocimientos acumulados a lo largo de los siglos se han gestionado con diversos procedimientos: aforismos y normas generales en un principio. Luego se impusieron los extensos tratados y las carreras universitarias. Ante el ingente desarrollo científico y la avalancha informativa se vuelve la vista atrás, intentando, en vano, simplificar la comunicación. Ejemplos como revistas especializadas, metaanálisis, resúmenes periódicos, documentos de consenso o procedimientos informáticos, no son satisfactorios.

Durante el año 2023, Esfera Salud ha reseñado y analizado algunas, solo algunas, noticias sanitarias destacadas en los medios de comunicación. En los 20 artículos de divulgación publicados, seguimos las sugerencias editoriales: primar la información, frases cortas y no más de 2-3 páginas. Sin embargo, para muchos lectores, ávidos de todo tipo de información, siguen siendo demasiado extensos. Por ello, nos hemos permitido reescribir en un artículo el balance de los 20 títulos en forma de aforismos, como en otros  tiempos.

–Sobre los Avances médicos del 2022. Ayer ya es historia y el olvido permite abrir espacios para nuevas experiencias. Ya no estamos en la era de la información, sino en la de la gestión de la información. El balance, que será similar los próximos años, tiene dos componentes dominantes: olvido del pasado y saturación informativa.

-Sobre Tiempos conflictivos en Atención Primaria. ¿Listas de espera, escasez de recursos, aumento de demanda, intereses sindicales? El diagnóstico inadecuado de la causa, que no es única, casa mal con la solución correcta del conflicto.

-Sobre Degustación médica. De los sentidos, el gusto es supersticioso, inconstante y preferentemente placentero. Como síntoma, encaja mejor en la cultura, gastronomía y   buen gusto que en la patología; y eso que estamos en el siglo del cerebro.

-Sobre Ramón y Cajal, discutible bacteriólogo. El homenaje “Año de Investigación Ramón y Cajal” sobreexpuso su carácter de famoso: admirado por todos salvo por los más próximos. Triunfó con la Histología, pero vivió de la Bacteriología y la historia olvidó, afortunadamente, su faceta sanitaria, política y gestora.

-Sobre “Glosario de eufemismos universitarios”. Universidad (F. de Medicina) y políticos son vanguardistas de la posverdad mediante los eufemismos, poderosa herramienta para cambiar la opinión pública distorsionando la realidad.

-Sobre “Legislación y Biología”. Los soberbios legisladores, pertenecientes al Reino Animal, deciden sin pudor sobre principios biológicos, aprobando leyes como la del Bienestar Animal.

-Sobre “Niveles de mutualismo en Medicina”. En Medicina todo es mutualismo, principio biológico de la cooperación si es positivo, de la explotación si es negativo.

-Sobre “Las publicaciones científicas”. Dilema del profesional:publicar o fracasar. En la mediocridad destaca el “que inventen ellos” de Unamuno, en el narcisismo el peligroso “milagro de los panes y los papers”

-Sobre “Inteligencia ¿Natural o Artificial?”. En Medicina toda Inteligencia Natural es poca y la Artificial es todavía artificio; los tontos están a salvo, bastante tienen con lo suyo. Conviene no confundir Inteligencia Médica con médico inteligente.

-Sobre “Microbioma: un mundo enigmático”. Es el amigo invisible, prácticamente desconocido, del que se sospecha casi todo; cuantos más interrogantes, más interés. Algo tendrá el agua cuando se bendice, se suele decir.

-Sobre “Especificidad”.  Razón de ser de la inmunidad para cada especie, cada enfermo y cada enfermedad; hasta los medicamentos se denominan “específicos”.

-Sobre “El excesivo SIBO”. Bastante es abundancia, excesivo es enfermedad; o cómo el síndrome de sobrecrecimiento bacteriano intestinal adquiere categoría de epidemia.

-Sobre “Busquemos a los culpables”.  “En la causa está el remedio” es un principio incuestionable, pero señalar un responsable equivocado lleva a errores incorregibles.

-Sobre “Escandalogía sanitaria”. Cuando la salud no es lo primero sobre el poder y el dinero, el escándalo esta servido. Lo peor es su carácter crónico, recurrente y epidémico con los inseparables compañeros de rumores y difamaciones.

-Sobre el “Efecto contagio”. La transmisión es cosa de tres: emisor, mediador y receptor. Con estos requisitos, son contagiable entre humanos los genes, enfermedades, modas y emociones; también los vicios y la indiferencia social.

-Sobre “Patógenos, antibióticos y enfermos”. Para cada patógeno, un antibiótico o la infección es la regla, la enfermedad es la excepción, son ejemplos de aforismos clásicos. Pues bien, “no hay enfermedades sino enfermos” es dominante sobre los demás.

-Sobre “Estados del Bienestar y Malestar”. La dificultad de definir con precisión el bienestar conduce a la melancolía, pero sirve de paraguas a la demagogia sanitaria.

-Sobre “Oxímoron, frecuente recurso médico”. Muy propio de la Posverdad: ideas contrapuestas configuran los conceptos que convienen a cada situación.

-Sobre “Las modélicas sociedades bacterianas”. Son poblaciones de rápido desarrollo, con cohesión y altruismo, propios de una sociedad estable; un modelo a imitar.

-Sobre “Libertad condicionada”. ¿El médico, profesional liberal?  Que nadie se llame a engaño, la libertad es una utopía donde todos los protagonistas, actores sanitarios, son interdependientes de los demás sectores sociales.